57 niños y niñas, de 3 a 12 años, han participado durante cinco días en muchas actividades lúdicas en las que han recibido educación en valores.
Un total de 57 niños y niñas con edades comprendidas entre los 3 y 12 años han pasado unas divertidas y fructíferas vacaciones de Semana Santa en las ludotecas organizadas por Cruz Roja Juventud de Huesca, que se han cerrado hoy tras cinco intensas jornadas llenas de actividades.
El proyecto de ludotecas, que comenzó el pasado 14 de abril y se ha prolongado los días 15, 16, 21 y hoy 22 de abril, nace “para dar una respuesta a la necesidad de ofrecer alternativas de ocio y tiempo libre en la ciudad de Huesca en periodos vacacionales, así como favorecer la concordancia laboral y familiar de las familias de estos niños y niñas”, según Beatriz Beltrán, técnica de Cruz Roja Juventud y responsable de esta iniciativa.
“Nuestro objetivo prioritario ha sido y es -añade- favorecer la conciliación familiar y laboral de las familias ofertando actividades lúdico-educativas para estos niños a través de una metodología participativa y reflexiva, característica de Cruz Roja Juventud”. Así, mediante actividades de carácter lúdico-educativo, en las ludotecas se ha trabajado cada día la educación en valores a través de varias temáticas, como la educación para el desarrollo y cooperación internacional analizando críticamente las problemáticas sociales; la educación ambiental y sostenibilidad se ha centrado en promover hábitos respetuoso con el medio ambiente a través de una excursión; la perspectiva de género y coeducación se ha trabajado con el objetivo principal de educar en el concepto de género que pretende explicar las relaciones entre hombres y mujeres alejándose de las concepciones biologicistas que justificarían las diferencias y pone de manifiesto que la identidad masculina y femenina son construcciones sociales y culturales en un momento histórico y una sociedad determinada. Otra materia de trabajo ha sido la promoción y educación para la salud, ámbito en el que Cruz Roja Juventud fomenta el interés en los niños y niñas por la adopción de hábitos y conductas saludables, como parte de su desarrollo integral, a través de juegos y deportes. Por último, se ha abordado también el tema de la intervención e inclusión social a través del juego educativo con talleres de manualidades.
“El resultado de esta experiencia no ha podido ser más satisfactorio tanto para niños y niñas, sus familias, el equipo voluntario de monitores y, por supuesto, para Cruz Roja Juventud ya que el esfuerzo invertido por el equipo ha dado su fruto viendo las opiniones favaorables que nos han aportado muchos padres y madres”, concluye Beatriz Beltrán.